El hígado es el órgano más grande y uno de los más importantes que tenemos. Entre sus funciones destaca la de transformar los alimentos en energía, eliminar las toxinas y ayudar al proceso de digestión.
Así mismo, se ve muy afectado por la mala alimentación, el estrés, los malos hábitos, los medicamentos y las emociones negativas, y su sobrecarga provoca dolores referidos en hombro (principalmente el derecho), cervicales y dorsales, jaquecas, cansancio matutino, acné, alteraciones del sueño, alteraciones hormonales (problemas menstruales), alteraciones de la vista, color amarillento de la piel, dificultad para asimilar bien los alimentos (sensación de pesadez después de las comidas), gases, etc. Las sobrecargas hepáticas son más frecuentes de lo que creemos.
Si aún siguiendo los consejos para una vida sana, notamos que nos hace falta una ayudita para terminar de tener nuestro hígado a punto, os mostramos unos remedios sencillos y naturales para ello:
Evitar los siguientes alimentos: fritos, alcohol, lácteos, huevos, carnes rojas, cereales, alimentos precocinados y azúcares.
En cambio, son beneficiosos los siguientes alimentos: manzana, zanahoria, pomelo, nabo, puerro, arándano, melocotón, limón, pera, plátano, piña, jengibre, alcachofa, rábano, achicoria, ajo, cebolla, col, verduras de hoja verde, uvas, fresas, brécol, levadura de cerveza, pescado azul.
Plantas medicinales (normalmente se toman en infusión, diariamente): diente de león, alcachofera, cardo mariano, boldo, celidonia.
Podemos añadir suplementación: cinc, selenio, vitaminas del grupo B. ¡Ojo! Debemos tener en cuenta siempre que en cuestiones de suplementación debemos estar bajo la supervisión de un especialista porque todo lo que introducimos en nuestro organismo de forma concentrada puede causar efectos adversos.
Algún truquito más: cenar ligero o más de tres horas antes de acostarnos, para que nuestro organismo se dedique por la noche exclusivamente a descansar y repararse, no para hacer la digestión.